El Área de Turismo continúa la promoción de la Semana Santa de Carcabuey

iINFORMA: TURISMO CARCABUEY

ERMITA DEL CALVARIO DE CARCABUEY
Fotografías: Marcos Sánchez
Situada en un lugar privilegiado, sobre uno de los cerros que rodean al pueblo, en línea recta con respecto al castillo, ofreciendo una de las vistas más bellas. La subida a ella está jalonada de cruces, unas de piedra, otras de forja, en alusión a las estaciones del Via Crucis.
La ermita del Calvario va unida a la figura de Diego García Afán, natural de Carcabuey, quien realizó un viaje a Tierra Santa, en el que quedó prendado de los Santos Lugares y de su ubicación en el Valle de Ebrón. A su regreso, buscó en su pueblo un lugar que le recordara lo que había visto en Jerusalén: ello le llevó a levantar la ermita del Calvario, ejemplo de arquitectura popular, con una planta muy peculiar, presentando cabecera poligonal. La fachada es muy sencilla, en ella sobresale la pequeña espadaña.



EL CRISTO DE ANIMAS DE CARCABUEY
Es una de las tallas más notables realizadas por Alonso de Mena ((1587-1646) y probablemente sea la imagen mayor valor artístico con que cuenta Carcabuey. Procede de la ermita de San Marcos, aunque la mayor parte del año se encuentra enmarcada en un retablo Neoclásico existente en la Parroquia de la Asunción. Fue realizada por Alonso de Mena en 1.624 y pertenece a su primera época, por lo que aún se perciben algunos rasgos del apego del autor a la tradición manierista. Según Aroca Lara, con esta obra, Alonso de Mena da un paso tímido hacia el realismo, pero el rostro se resiste a dejar de ser bello y el autor no se atreve a ponerle la corona de espinas.
La cabeza sustentada por un tenso cuello, mira al cielo con gesto patético; el peso del cuerpo provoca la composición angular de los brazos y realza la prominencia realista de los hombros. El tratamiento de la obra- dice Mª Ángeles Raya Raya- es de gran belleza, destacando su cuidado estudio anatómico.
Esta imagen sale en procesión la medianoche del Miércoles al Jueves Santo en medio de un gran silencio. Los penitentes, de negro y soga portan faroles y el cadencioso sonar de unos tambores sordos en la noche oscura otorga solemnidad y singularidad a esta procesión sobrecogedora en su sobrio dramatismo.



El NAZARENO DE CARCABUEY
Cada Viernes Santo, Jesús sube al Calvario. Su cruz simboliza esa carga que todos sobrellevamos en nuestras vidas, todas las penas, las pérdidas, las enfermedades, las injusticias, los temores y angustias...
LA IMAGEN- Es de autor desconocido; debió realizarse con anterioridad a 1.653, año en que se solicita crear la Cofradía y se esgrime como motivo, el mucho fervor y devoción que hay en la villa “para cuyo efecto tenemos traída la santa hechura de Jesús Nazareno, que está colocada en la iglesia del Señor San Marcos”
Es una escultura de cuerpo entero, de cuidada anatomía, con perizoma que le cubre parcialmente, lo que permite que sirva también en Semana Santa como Cristo atado a la columna. Presenta actitud itinerante, adelantado el pie izquierdo y portando la cruz sobre sus espaldas. El rostro revela en su tratamiento a un maestro que domina los recursos estéticos propios del barroco, encaminados a hacer vibrar la sensibilidad del espectador , como el suave plegado del entrecejo, los ojos abatidos, la nariz tensa, las mejillas afiladas y la boca entreabierta. El pelo ha sido trabajado en mechones no muy profundos, con raya en medio y enmarcando lateralmente el rostro con gruesas guedejas. Su estética revela cierta vinculación con la escuela granadina. Viste túnica de terciopelo morado con bordados en oro y lleva sobre el hombro cruz de madera arbórea, con relieves de alpaca sobredorada. Fue restaurado en 1998 en la Facultad de Bellas Artes de Granada. (Ángeles Raya- “Carcabuey: monumental, histórico y artístico”
EL TRONO del Nazareno llegó a Carcabuey desde Valencia en el año 1.907, según consta en los archivos de la hermandad, en los que también se especifica que llegaron por ferrocarril hasta la vecina localidad de Cabra.
Se trata de una pieza singular tanto por su forma originalísima como por la calidad de sus materiales y ornamentos. Está compuesta por dos cuerpos, uno de planta rectangular asentado sobre los barales, y otro más pequeño asentado sobre el mayor que sirve de peana a la imagen. Sus rasgos más característicos, que le diferencian de otros tronos andaluces, es la altura espectacular y las aristas del cubículo que, en su alzado, se suavizan adoptando una línea cóncava que estiliza todo el conjunto.
En todas las caras presenta ornamentos tallados en la madera, compuestos principalmente por hojas de acantos doradas, que en las esquinas se elevan entre artísticas volutas y están rematadas por tulipas.



MARIA STMA. DE LOS DOLORES
"En plena época barroca surge en España la devoción de María Santísima de Los Dolores, difundida en el Siglo XVII por la Venerable Orden Tercera de los Servitas; era aquella una congregación de matrimonios cristianos fundada en Italia en 1.233 y conocida también como Siervos de María Éstos impulsaron la creación de una fiesta llamada de la Compasión o de los Siete Dolores, de la cual hay testimonios ya en el Siglo XV. Más tarde los Dolores de la Virgen fueron ampliándose hasta siete. Entra dentro de una lógica razonable pensar que a partir de los siglos XVII o XVIII, se honrara a la Madre de Dios bajo esta hermosa advocación en Carcabuey. De hecho, en nuestro pueblo, desde el siglo XVII había al menos dos Dolorosas, la que acompañaba al Nazareno cada Viernes Santo, que podría ser la que está actualmente en la Sacristía de la Parroquia y la segunda, la magnífica talla de Alonso de Mena. (G. L. S.)
El origen de la actual Hermandad de Mª Stma. de los Dolores no se puede determinar con exactitud por carecer de documentación, por eso atendiendo a los primeros datos que se poseen se podría afirmar que a finales del s. XIX estaba constituida, aunque la pieza más antigua de su ajuar, una diadema, data de 1.816.
La actual imagen de Nuestra Señora de los Dolores se podría enmarcar, por sus características, en la Escuela Valenciana y podría datar de mediados del siglo XIX. Está realizada en madera de pino de Flandes. Como todas las imágenes de la Virgen por esta época, se trata de una imagen de rostrillo. Antes de su restauración en 1.989 tenía un taladro por lo que es posible que en algún tiempo tuviera movimiento en el cuello para hace reverencias o algo similar. Éste sería uno de los motivos de llevar rostrillo y no tener cuello hasta esa fecha.
Esta imagen, que acompañó durante décadas a Ntro. Padre Jesús Nazareno en su procesión al Calvario y que era protagonista del ritual del Consejito cada Viernes Santo, cuenta con una devoción muy acentuada en Carcabuey y su Hermandad destaca por las múltiples actividades realizadas durante todo el año.